viernes, 15 de mayo de 2009

9.- AMPOSTA.


Orillas del Ebro.

A la derecha del río queda la población, formada en su mayor parte por sencillas moradas de campesinos, envejecidas por la acción del tiempo. Anchuroso, imponente, tras de un recorrido de novecientos veintiocho kilómetros, el río más importante de España, que nace en los manantiales de Fontibre (Santander), desemboca en el azul del "Mare Nostrum". Pasada ya la población, el Ebro va alcanzando más de trescientos metros de una a otra orilla. La tierra se extiende llana hasta perderse de vista. Rompe la monotonía del paisaje algún minúsculo caserío, la cinta de unos canales que penetran tierra adentro. Amposta es una población de diez mil habitantes, cuya economía reposa sobre la agricultura. Se distingue en el cultivo del arroz, del que es la primera productora en Catalunya. En la última siega del arroz, efectuada el mes de septiembre, se colectó la cantidad de treinta y seis millones de kilos. Hay que tener en cuenta que de cien kilos de arroz en bruto salen unos sesenta de blanco. Las tierras, colectivizadas por los trabajadores, darán mejor rendimiento, gracias a las buenas condiciones en que serán trabajadas. Y, regados por las aguas fecundantes del Ebro, tomarán mayor incremento los arrozales, ofrendando su riqueza a un pueblo laborioso y libre como es Amposta. 

El trabajo cotidiano.

Hay en la localidad unos mil doscientos agricultores. A fin de poder intensificar la agricultura, se han arrancado algunos viejos olivos y algarrobos para, en su lugar, arreglar convenientemente tierra de regadío. Digna de mención es la Granja Avícola, montada por los campesinos con todos los adelantos modernos. Se estima en unas doscientas mil pesetas el coste de la misma. 

Por este año, terminada por completo la instalación, pondrán en ella unos cinco mil polluelos, y para el año próximo, mediante las incubadoras que se están montando, podrán desarrollar hasta dos mil pollitos a la semana. Aparte de la labor de avicultura, están los campesinos colectivizando, creando una importante granja, donde se ocuparán en la cría de ganado vacuno, porcino y lanar, teniendo ya en ella unas setenta vacas de leche, cuyo rendimiento permitirá montar una vaquería con todos los adelantos modernos. 

La colectividad puede cumplir perfectamente su cometido, pues tienen ya catorce tractores, quince trilladoras y setenta caballerías. Están las tierras municipalizadas y aquellos que, sin pertenecer a la Colectividad Agrícola, desean adquirir algunas parcelas para trabajarlas por su cuenta, tienen que solicitarlo al Municipio, quien se las concede, con lo cual suprimen el odioso salariado, infamante vestigio de la pasada esclavitud que ha subsistido hasta nuestros días. 

Está colectivizado el ramo de Construcción, cuya sección cuenta con una fábrica de mosaicos y un horno de yeso. Los espectáculos públicos y algunos otros gremios también están colectivizados. 

El impulso cultural. 

En lo que afecta a la enseñanza, estaba Amposta bastante retrasada. Baste decir que actualmente se cuenta en la población con 38 escuelas, habiéndose aumentado en 15 el número de ellas a partir del movimiento insurreccional. Siendo la enseñanza obligatoria, no ocurre en Amposta lo que hemos presenciado en otras partes, donde los pequeñuelos deambulan por las calles, sumidos en la ignorancia y expuestos a múltiples accidentes. Para habilitar las nuevas escuelas dispone el Municipio de locales incautados al efecto. 

Cuenta con el material adecuado, sin que haya hecho falta pedir nada a la Generalitat. Deseando terminar con el analfabetismo, que caracterizaba a los antiguos Municipios, se han creado seis clases especiales para adultos. También va a ser fundada en breve la Escuela de Artes y Oficios, y una Cantina Escolar. 

El Municipio tiene un biblioteca, que va a ser ampliada para satisfacer las apetencias culturales del pueblo en general. Sobre el plan educativo se han dado algunas conferencias y van a crear una masa coral y un cuadro escénico, al objeto de desarrollar en los niños el buen gusto por el arte. Para esta labor tienen ya profesores especiales. 

El apoyo a la Revolución.

Más de trescientos son los que luchan en el frente y ha sido costeado por el Municipio todo el equipaje y cuanto les ha hecho falta. 

También ha resultado considerable el apoyo económico del pueblo de Amposta, y hasta la fecha han enviado más de cincuenta mil pesetas. 

Procedentes de las comarcas evacuadas, asisten 162 personas, a las cuales se ha facilitado cuanto les era necesario. Se ha establecido un impuesto de guerra, que produce semanalmente más de tres mil pesetas. 

El abastecimiento de la población.

Al propio tiempo que se cuidó de enviar voluntarios a los diversos frentes de combate, se procuró también -nos dice el camarada Reverter, modelo de actividad y de comprensión anarquista- abastecer al pueblo. No sufren privaciones en Amposta, gracias al intercambio de arroz. En Amposta hay en existencia muchas toneladas de este nutritivo alimento. 

Se ha establecido la tarjeta de racionamiento familiar para los productos de primera necesidad, cuya ración es para tres días. 

La Cooperativa de Consumo se ha montado en la iglesia. Resulta curioso observar cómo están distribuidas las dependencias. Gran parte de la población se abastece en la mencionada Cooperativa, que semanalmente vende de once a doce mil pesetas de mercancías. 

Hay unas cuarenta y cinco familias que, debido a la edad avanzada o por no tener buena salud, no pueden ganarse el sustento con su trabajo. El Municipio ha hecho todo lo necesario para que no pueda faltarles nada. En suma, el abastecimiento de la localidad está asegurado. Solamente andamos escasos -nos dice el secretario del Municipio- de vino y alcohol, y es debido a que tenemos interés en que entre lo menos posible en Amposta. 

Labor de urbanización. 

Desea el Municipio realizar notables mejoras, como son el derrocar unas casucas que hay a la entrada de la villa, completar la red de alcantarillado y ampliar el abastecimiento de aguas. Funciona en Amposta una central de aguas de las primeras y más importantes de España. 

El agua, procedente del Ebro, que sirve para las necesidades del pueblo, se purifica por medio de cloro líquido. 

Gracias al saneamiento, han desaparecido epidemias como las fiebres y enfermedades que antes habían causado estragos entre los trabajadores. 

Atendiendo a las necesidades de la localidad, se ha creado un hospital. Anexo al mismo se ha montado un dispensario. Actualmente pueden ser atendidos cuantos lo deseen. 

Finalmente, se ha montado un sanatorio, fuera de la localidad, para atender eficazmente a los tuberculosos. 

La obra realizada y a realizar en el Municipio.

Aunque en Amposta predomina la Confederación, han sido repartidos los cargos del Municipio entre elementos de la CNT y UGT, reinando la más perfecta armonía. ¡Ojalá en todas partes reinase la misma cordialidad! 

Toda la propiedad urbana está municipalizada; los alquileres, reducidos, destinando el importe para los gastos municipales. 

El Municipio se ha incautado de unas salinas que pueden producir unas quinientas mil pesetas anuales. Actualmente se está montando una fábrica de lejías. 

Anualmente se pierden muchas toneladas de paja de arroz, que podría ser utilizada para la fabricación de papel si la Generalitat se interesara en esta iniciativa. 

Se tiene el propósito de establecer el salario familiar. Establecido éste, anualmente, el Municipio convocará a una asamblea pública para que el pueblo diga en qué pueden ser empleados los beneficios, deducidos todos los gastos. 

En conclusión, Amposta es uno de los pueblos de la Catalunya revolucionaria que más prometen. Y ello es debido al espíritu de lucha de los camaradas en general, entre los que descuellan las Juventudes Libertarias, magnífico ramillete de muchachos y muchachas, que abren el camino del porvenir a los oprimidos.

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