7.- RUBÍ

El esfuerzo de los campesinos.

Cuenta esta población con unos 8.000 habitantes, estando los trabajadores afiliados a la Confederación. Es localidad esencialmente agrícola, aunque cuenta con diez o doce fábricas de tejidos, aprestos y acabados. Aquí, como en todas partes, son los obreros del campo quienes de un modo particular dan pruebas de fe en el afianzamiento de la nueva estructuración social nacida de la Revolución. Son los camaradas campesinos, afectos a la CNT, quienes van a la vanguardia de la obra renovadora que precisa efectuar en el agro. Sin espíritu mezquino, sin bajos egoísmos burgueses, sin entrometerse en trapicheos de carácter político, laboran incesantes estos 180 agricultores que han constituido una colectividad, juntando en una sola sus respectivas pequeñas propiedades particulares, hermanados con el trabajo. 

Nuestros camaradas agricultores de la CNT son dignos de estima por su tenaz voluntad. Ellos son los que han sabido situarse a la altura de las circunstancias, no los aferrados a las viejas rutinas, a los rancios egoísmos en contradicción con el espíritu revolucionario. Es de esperar que rectificarán los que en Rubí se hallan socialmente estancados, juntando sus actividades a las de la Colectividad Agrícola. 

La Colectividad Agrícola de Rubí se constituyó a principios de septiembre. Con las tierras que poseían, junto con aquellas que han sido incautadas, cuentan con una buena cantidad de hectáreas entre bosque y tierra laborable. En el bosque hacen carbón y tienen madera preparada. Se proponen intensificar la repoblación forestal. No tienen fijado horario para trabajar. Laboran todas las horas que hacen falta, incluso domingos. Perciben el mismo salario que antes de la Revolución. Para adquirir las cantidades que les hacían falta, han ido pignorando las cuentas corrientes de los propietarios, alcanzando la cifra de 50.000 pesetas. A esta cifra se añade el producto de diversas ventas: vino, leña, carbón, etc. 

Han incautado siete importantes haciendas, una de ellas la trabajan en conjunción con los campesinos de Papiol y otra con los de Sant Quirze. Laboran juntos, proponiendo partirse luego los productos equitativamente. En unas casas de campo, controladas por la Colectividad, crían ganado de cerda. Tienen para el laboreo de las tierras un tractor, una máquina trilladora y 37 animales, caballos, mulos, asnos, etc. Hemos conversado en el magnífico local que posee la Colectividad, que antes perteneció a un contratista faccioso, con los compañeros que administran la colectividad. Nos han dicho que tienen el propósito de crear el jornal familiar. En cuanto a la cosecha próxima, esperan será espléndida, pues solamente de la Colectividad laboran mucha más tierra que antes se laboraba en todo el conjunto agrícola del pueblo. 

Han formado una bodega colectiva con el vino de que se incautaron y el de las cosechas particulares que juntaron entre todos los miembros de la Colectividad. Han sembrado ocho toneladas de trigo, cuatro de avena y dos de cebada, y hay dieciocho toneladas de patatas dispuestas para sembrar. En los campesinos de la Colectividad de Rubí tiene la Revolución una ayuda excelente. 

El ramo textil.

De las fábricas situadas en la localidad, hay ocho colectivizadas y las demás están en vías de colectivizarse, estando ya controladas. Trabajan solamente tres días. Es interesante el acuerdo tomado por los que trabajan en la fábrica colectivizada Textil Activa (CNT), incautada por el personal de la misma, tras el movimiento revolucionario. Dicha fábrica se dedica a los tejidos de algodón para las Milicias. En vista de la situación anormal que atravesamos, y que es preciso sacrificarse, adoptaron la medida de rebajarse los sueldos en un promedio de 15 a 16 pesetas. Esto para dar un ejemplo a otras localidades donde hay obreros que, en lugar de un sacrificio voluntario, cobran más jornales de los que trabajan. Hay dos fábricas de blondas que -a juzgar por lo que nos han dicho los compañeros- no continuarán trabajando. No debe hacerse labor que no responda a las necesidades del momento. 

Hemos hablado con los camaradas de la Fábrica Colectiva Brazo y Cerebro, mercería en general. Trabajan 42 personas, y el que antes fue patrono de la misma. Destinan un 10% para ayuda a las necesidades del Municipio. Nos dicen que escasean las materias primas y que ahora trabaja la Colectiva Brazo y Cerebro para guerra. 

Es de interés señalar el criterio que tiene la Federación Local de Sindicatos. Creen que, aparte del Consejero Administrativo que posee cada fábrica, se creará un Consejo Local que los acople a todos y en donde se efectúen los pagos y cobros que afecten en general al Ramo Fabril de la población. 

Pequeña charla con los albañiles.

El Ramo de Construcción está compuesto por 180 individuos. Hallase colectivizado, trabajando con los obreros los que antes eran patronos. Han regularizado los salarios, estudiando su unificación. Nos dicen que no buscan el hacer un fondo. 

Si intensifican el número de obras, es en beneficio de la colectividad. Los obreros de construcción trabajan sábados y domingos para cuanto haga falta. Animados de excelentes propósitos, prestan su ayuda a los camaradas campesinos, ya que la agricultura tiene un valor preponderante en la economía. Desean efectuar obras de su competencia en colaboración con los agricultores. 

Proyectos del Municipio.

El Municipio tiene grandes proyectos que favorecerán en gran manera a la población. La mayoría de tales propósitos se deben a los camaradas de la Confederación, que tienen siempre predisposición a impulsar hasta el máximo la obra renovadora. 

Se creará una Mutua de Accidentes para los trabajadores. Lo que antes quedaba para las Compañías de Seguros, quedará en la localidad.

Se habilitará también un local destinado a consultorio médico, clínica y hospital. Por lo que afecta a la Mutualidad, los del Ramo de Construcción se han ofrecido para trabajar gratuitamente. En cuanto a los materiales de albañilería, el pueblo destinará semanalmente el importe de los haberes de un día para cubrir estos gastos. 

La cantidad global que importaba la nómina de seguros -nos dicen los camaradas- era de 400.000 pesetas anuales, y esta cantidad no cabe duda que podrá ser mejor empleada administrándola en la localidad. 

Por iniciativa del Municipio se están construyendo unas escuelas. Se trata de un magnífico edificio donde, convenientemente atendidos, los niños van a recibir esmerada educación. 

El Municipio tiene la intención de construir una Casa de Salud y otra de Maternidad. 

Los trabajadores han venido abonando un 10% de los salarios para sufragar las necesidades municipales. Como sea que nos encontramos en período de crisis y se trabajan pocos jornales, seguramente se reducirá esta cantidad. La Municipalidad estudia otros medios adecuados para facilitar ingresos, a cuyo fin tienen ya elaborada una carta especial que servirá para establecer un padrón municipal. Con ello se pondrá en vigor un impuesto, adecuado a los medios de que cada uno disponga. Así, todo el mundo aportará su colaboración a la guerra y ayudará a los 182 combatientes en los frentes de Madrid y Zaragoza. 

Consignemos también que está en estudio la colectivización de las tiendas y la carta de racionamiento, creando un órgano central para la distribución. 

Otras colectivizaciones.

Han sido colectivizadas las farmacias. Había tres de ellas en Rubí, y dos han sido cerradas, y una sola está abierta al público día y noche. 

Posiblemente, al llegar a efectividad la Mutua de Seguros que se tiene en proyecto, se procurará municipalizar también los servicios médicos, creando al propio tiempo en la localidad un laboratorio donde se elaboren medicamentos que, a un precio crecido, tienen que ser traídos de fuera. Hay que hacer constar que la municipalización de las farmacias fue decisión de la CNT. 

En el Ramo de la Metalurgia se ha efectuado, igualmente, la colectivización. De cinco pequeños talleres se ha formado uno solo, en donde, en un ambiente de igualdad, trabajan los obreros con los que antes fueron propietarios, y que dándose perfecta cuenta de la nueva estructura que hace falta tenga la vida social, están complacidos de cobrar y trabajar al igual que los demás. 

En la Federación Local de Sindicatos, magnífico edificio que antes ocupaba la Cámara Agrícola de Propietarios, nos hemos despedido de los camaradas de esta pequeña localidad, cuya labor puede servir de ejemplo. Y una vez más hemos sacado la deducción de que la importancia social de una población está en estrecha relación con la voluntad realizadora de los militantes sindicalistas.